Nos conocimos en la Escuela de Arte de Avilés, estudiando la carrera, aunque podemos decir que nuestro primer acercamiento al mundo de la Restauración, fue cuando nos marchamos a trabajar a Italia, en concreto a la mágica Venecia.

Un sueño comenzaba, se hacía realidad, una preciosa iglesia a los bordes de un canal, con un altar de piedra de más de diez metros, rodeado por pinturas de Tintoretto y frescos de Tiepolo, nos estaba esperando…

Todos los días recorríamos las laberínticas calles de Venecia, hasta llegar a “La Fermata”, la parada donde cogíamos el Vaporetto, el autobús que nos llevaba por los canales hasta nuestra iglesia.

La Fermata fue una de las primeras palabras que aprendimos en Italiano, además de ser un lugar por el que pasábamos cada día y que de alguna manera, nos llevaba un poco más cerca de conseguir nuestro sueño.

Por eso, hemos querido hacer de nuestro pequeño taller una Fermata, es decir, una parada a la que poder ir a desconectar, aprender, disfrutar y sobre todo, crear.

Un lugar que te transporte un poquito más cerca del mundo del arte, como “La Fermata” nos transportaba a nosotras a nuestra iglesia.

En La Fermata podrás conocer materiales, procedimientos y técnicas que ayudan a seguir manteniendo vivas las obras de arte y donde podrás interactuar con ellas, restaurándolas y conservándolas.